¿Cómo es el cielo?

Mira cómo la biblia describe el cielo…

Pregunta: “¿Cómo será el cielo y dónde está? ¿Es real?”

Sí, realmente existe el cielo

Lo que la mayoría de las personas llaman “cielo” es en realidad una ciudad eterna que la biblia llama la “nueva Jerusalén”¹ qué será espectacular. A modo de muestra, así será el cielo:

Un río, blanco como el cristal, que salía del trono de Dios y del cordero (Jesús) y, corría por el centro de la calle principal de la ciudad. A cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce cosechas al año, una por mes. Las calles serán de oro puro, como el cristal transparente. Los muros de la ciudad serán adornados con cada tipo de joya, esmeralda, ónix, amatista, topacio, etc. No habrá necesidad de sol ni de luna, ni de templo ni de iglesia. La presencia del Señor será su luz².

Sin embargo, la verdadera belleza del cielo es esta:

“Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios. Él acampará en medio de ellos y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir… ¡Yo hago nuevas todas las cosas!”³

“El cielo le pertenece a Jesús, él lo creó. “Porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles... todo ha sido creado por medio de él y para él”⁴.

Aunque inicialmente Jesús vino a la tierra como un salvador, un día se sentará como un juez. Todas las personas experimentarán una resurrección corporal de entre los muertos y todos comparecerán ante el tribunal de Cristo⁵.

Así que podría ser útil ver lo que dice Jesús acerca de cómo una persona llega al cielo

Mucha gente piensa que es viviendo una vida ejemplar, o al menos tratando de evitar pecados extremos como el asesinato.

Sin embargo, esto es lo que Jesús dijo sobre cómo llegar al cielo. “...no van a entrar en el reino de los cielos a menos que su justicia supere a la de los fariseos y de los maestros”. Los escribas y fariseos eran modelos religiosos más admirados. ¡Eran la gente buena, la gente “santa”!

Jesús reafirmó lo que el profeta Isaías dijo. Nadie merece el cielo, nadie es lo suficientemente bueno. No es así como llegamos al cielo. Es por eso que Jesús vino… para que podamos tener vida eterna.

Y aquí está el cómo. El cielo es concedido a todos los que creen en Jesús. “Todo el que cree en Él no se perderá, sino que tendrá vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de Él”⁶.

Cuando comenzamos una relación con Jesús, es una relación que dura eternamente. Nuestros nombres están escritos en su libro de la vida. Jesús dijo: “el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida”⁷.

En cuanto al cielo, es nuestra decisión ahora responder a Jesús y aceptar su regalo de vida eterna.

Jesús dijo, “Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que reconozca al Hijo y crea en Él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final”⁸.

En la escritura leemos que en el cielo habrá una multitud de personas de cada tribu, lengua, pueblo y nación que tendrán vida eterna por su fe en Jesús.

¿Qué significa creer en él?

No significa simplemente creer cosas sobre Jesús. Hay una diferencia entre creer que Justin Bieber es un gran artista musical a poder conocerlo personalmente. De la misma manera, puedes creer que Jesús es Dios, sin tenerlo nunca en tu vida.

Así es como puedes creer en Él y estar seguro de que tienes vida eterna. Por favor consulta más allá de una fe ciega.

Notas al pie: (1) Apocalipsis 21:2 (2) Apocalipsis 21 y 22 (3) Apocalipsis 21:3-5 (4) Colosenses 1:16 (5) Apocalipsis 20:11-13 (6) Juan 3:16,17 (7) Juan 5:24 (8) Juan 6:40